Poema bifurcado

Necesito hablaros de ti
para que escuches estos versos
que por vosotros escribo.

No te acongojéis si os sientes
como cuando se ingresa
en un principio sin historia.

Quiero
hablaros de cómo haces que
los días depositen en mis manos
su esencia de milagro,

contarte la descarga de términos que
me estalla cuando de ti os hablo,

confesaros sin temor a herirte que
me ofreces todo lo que
entre todos podéis darme.

Por favor,
no te ofendas si digo que
vosotros habéis sido mi patria
hasta que tú llegaste.

Permitidme que me sienta de ti
como si todos hubieseis nacido
mañana mismo.

Voy a deciros ahora cómo te llamas
para que sepáis el refugio
de los años que me acechan.

Se llama Jenn, amigos,
no os perdáis mi temblor inédito,

y tu nombre, mi amor,
es la raíz de mi gentilicio.

2 comentarios:

Isabel Mercadé dijo...

Permíteme deciros que el poema es precioso.

Jenn Díaz dijo...

Quería subir alguno de sus poemas y, buscando, me reencontré con esta hermosura. Recuerdo que lo leí callejeando por Barcelona, sin separar los ojos del papel, tropezando con la vida, que estaba tan dispuesta a beberme hasta sentirme ebria.