Cantora nocturna

La que murió de su vestido azul está cantando.
Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad.

Adentro de su canción hay un vestido azul, hay
un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado
con los ecos de los latidos de su corazón
muerto.

Expuesta a todas las perdiciones, ella
canta junto a una niña extraviada que es ella:
su amuleto de la buena suerte. Y a pesar de la
niebla verde en los labios y del frío gris en los
ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso.

Ella canta.

3 comentarios:

giovanni dijo...

Me encanta la Cantora nocturna.

Escogí este poema porque todavía no había leído ningún poema de Alejandra Pizarnik y recién alguien me había recomendado leerla. No me extraña que el poema habla de cantar, igual que yo hablé de cantar en la penúltima entrada en mi blog.

Qué buena idea de hacer un blog con poemas! Escribes poesía?

Un saludo desde Amsterdam

Jenn Díaz dijo...

Hola, Giovanni.
No sé si sabías que este blog también es mío, aunque baile solo, aunque cante en otras voces.
Alejandra Pizarnik sabe cómo hacerlo, desde luego, y este poema es una flecha en el tiempo.

giovanni dijo...

Hola Fusa:
Recién ahora leo que este blog también es tuyo... Había un interlapso (intervalo?) en que mi mente estaba en otra onda (ay, el maremoto o, con palabra 'moderna', el tsunami, en Chile) y no volví a visitarte a ti y tus poetas aquí. Desde ahora volveré regularmente en ese sitio de reposo del bullo (?) de las noticias sobre el mundo. Admiro tu energía de crear cosas bellas.