Cuando he vuelto a aprender a dormirme y le pregunto a Paul por la mañana: Qué has soñado hoy, no puede acordarse de nada. Le muestro cómo estira las piernas con los dedos del pie estirados y luego las vuelve a flexionar rápidamente y curva los dedos. Llevo la silla de la mesa al centro de la cocina, me siento, levanto las piernas e imito todos sus movimientos. Paul se ríe y yo le digo:
Te estás riendo de ti.
Bueno, tal vez soñé que iba en la moto y te llevaba conmigo.
Te estás riendo de ti.
Bueno, tal vez soñé que iba en la moto y te llevaba conmigo.
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