El amante

Los besos en el cuerpo hacen llorar. Diríase que consuelan. En familia no lloro. Ese día, en esa habitación, las lágrimas consuelan del pasado y también del futuro. Le digo que un día me separaré de mi madre, que llegará un día en que n isiquiera por mi madre sentiré amor. Lloro. Apoya en mí su cabeza y llora por verme llorar. Le digo que, en mi infancia, la desdicha de mi madre ha ocupado el lugar del sueño. Que el sueño era mi madre y nunca los árboles de Navidad, siempre únicamente ella, ya sea la madre despellejada viva por la pobreza o la que, en todos sus estados, clama en el desierto, ya sea la que busca el alimenta o la que interminable cuenta lo que le ha sucedido a ella, a Marie Legrand de Roubaix, habla de su inocencia, de sus economías, de su esperanza.

2 comentarios:

silvia zappia dijo...

todo es un grito en El Amante...grito de dolor, de amor, de rabia!

besos*

Belnu dijo...

escritura poderosa la de Duras y lo que arranca en su infancia y esa madre... justo hoy leía un trozo de sus cahiers de guerre